lunes, 20 de septiembre de 2010

1° salon de Arte Ceramico en Pergamino

1° salon de Arte Ceramico en Pergamino

El sábado pasado quedó inaugu­rado el 1er. Salón de Arte Cerámico Pergamino 2010, organizado por la La Dirección de Cultura de la ciudad de Pergamino, la Galería de Arte Lola Mora y la ceramista Marta Müller, que tiene como ob­jetivos promover la cerámica como expresión artística y destacar la importancia de la adquisición de las obras premiadas como parte del patrimonio cultural del museo de nuestra ciudad., reunido el jurado de selección y premiación del 1º Salón de Arte Cerámico , conformado por : Susana Botta, Margarita Buljuvabasich, Guillermo Mañe y Jaly Vázquez , resuelven otorgar las siguientes distinciones: 
Obtuvo el primer premio la obra “Miedo al afuera”, de María Flor­encia Melo (La Plata, el segundo premio correspondió a “Corderos”, de Patricia Yegros (San Isidro), el tercer premio fue para Nahuel Martínez (Monte Grande), en tanto que recibió Mención de Honor, “Do­mingo por la Tarde”, de Alejandra Jones (Ciudad Autónoma de Bue­nos Aires). Obtuvieron mención las pergaminenses Claudia Harán con la obra “Cuatro jinetes” y Cintia Olszak con “El submarino”, en tanto que Sergio Rosas, de Mendoza, también recibió esa distinción con el trabajo “Diversos”.
Las mismas podrán visitarse en el primer piso de la Unnoba (Monteagudo 2772), de lunes a viernes de 8:00 a 20.00 y sábados de 9:00 a 13:00, hasta el 18 de octubre.

Hemos tenido la oportunidad de mandar una obra que esta seleccionada y expuesta en el salon de Arte Ceramico, la misma forma parte de una serie relacionada a la "obra en construccion".

En Obra, 2010

lunes, 13 de septiembre de 2010

Muestra Fotografica...

Pergamino, Agosto de 2010



                                              “Vivir es dejar rastros” . Walter Benjamín

Si pienso en una ciudad, en su territorio y en la manera en que sus habitantes la recorren, la transitan, se pasean, descubro que las trazas invisibles son hilos sucesivos, diferentes y comunes que traman una espesa red de hechos físicos y emocionales factibles de ser registrados.


El hincapié en la memoria de lo cotidiano y sobre todo en la importancia de una desaceleración del ritmo de vida impuesto por la sociedad moderna hacen que el individuo que recorre, transita su ciudad, sea un “observador” activo de la memoria acumulada de la ciudad estableciendo por medio de la memoria emotiva, una memoria histórica.


Tematizar la acción del hombre sobre el paisaje o territorio es en primer término un reconocimiento del lugar cotidiano, de los límites de su actividad productiva, lúdica y en definitiva estética, reconociendo todo aquello que lo constituye como ser individual con una memoria colectiva.


En segundo termino es establecer una valoración en el acontecer de su transito diario por aquellos lugares comunes y afines a su vida cotidiana.


Al considerar la existencia de actividades humanas , tanto productivas y rutinarias como extraordinarias y ociosas, se pauta un valor sobre esa identidad que tiene el transcurrir como fundador de memoria al adquirir una significación de registro y de marca. Por ello es valido reflexionar sobre el valor de ruptura e irrupción que cumplen los movimientos, los desplazamientos, los recorridos, estos pasajes dentro del territorio de lo habitual y cotidiano. pero ¿Cuáles serian esos registros dentro del paisaje con el cual el individuo mantiene una interacción tentativa…


Para cuestionarse:


Cuando contemplo el espacio publico perdido…?


Cuando vuelvo a transitar las calles de mi niñez…?


Cuando acompaño el recorrido de la memoria…?


Cuando busco en las antiguos edificios mis rastros…?


Cuando recorro el mismo cielo, con otros ojos…?


Cuando traspaso los limites de las propiedades…?


Cuando atravieso la mirada de los otros…?


Cuando simplemente camino por mi ciudad…?


Algo pasa y eso es pensar en movimiento.

                                                                                 Arq. Miguel Vecino

(*)El presente texto forma parte del MARCO CONCEPTUAL para la Muestra Fotografiaca que se realizará en el Colegio de arquitectos Distrito VI en noviembre de 2010.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Quien es? ... soy yo...

Resulta interesante poder compartir este texto critico, como para entender por donde pasa cada uno su arquitectura, porque de eso hablamos...no?

Arquitectos-mirlo y arquitectos-ruiseñor
Por: Anatxu Zabalbeascoa

Con su pico amarillo y su larga cola, el mirlo canta con voz pastosa “de una manera levemente ácida y en otros momentos dulcísima”. Explica Josep Pla que es uno de los pájaros que llevan el exhibicionismo hasta la desaparición. Su presencia fugitiva es su coquetería. Juega a esconderse y a exhibirse. Sus plumas son oscuras, pero es un pájaro burlón. Su canto es sorprendente. Cuando inicia un trino, las primeras frases causan una impresión de seriedad auténtica: parecen un reflejo de sentimientos musicales graves, elevados incluso ligeramente severos. Pero, de repente, el canto adquiere otro aspecto. Aparece una frase musical aberrante, descoyuntada. Sus primeras frases se habían producido en un sentido ascendente. Pero en lugar de rematar la elevación, todo queda destruido. Y aparece el pájaro burlón, cínico. Lo hacen siempre. No pueden evitarlo.

Contaba Josep Pla que el canto del mirlo no es susceptible de ningún progreso. Que los mirlos son como la vida: “En el momento de dar el do de pecho sublime resulta que se deshinchan y hacen el ridículo. Los mirlos nos enseñan a tener de la providencia una idea modesta.

El ruiseñor es el antimirlo. “Su destino es tomarse las cosas en serio. No es exhibicionista. Es casi invisible. No tiene vistosidad ni coquetería. Sus dimensiones son pequeñas, sus colores apenas se recuerdan. Pero el ruiseñor no falla nunca en los crescendos. Remata siempre sus frases con una elevación y una temperatura perfectas. Es un pájaro tan severo, de una educación tan rígida, que estoy seguro de que preferiría romper su garganta y morirse antes que le fallase la figura musical que elabora”, escribe Pla observando en Oxford a los mirlos un amanecer y añorando a los ruiseñores de su pueblo. Para entonces una ya se ha puesto a pensar en una ornitología de la arquitectura que, más allá de distinguir entre dandies y hacendosos, podría diferenciar entre cartesianos y artistas.

Lo vemos todo el tiempo. El cartesiano es un arquitecto que halla seguridad en los números exactos, redondos. Precisa que las cuentas le cuadren. Se mueve cómodo entre las referencias de su biblioteca, pero es la simetría la que le proporciona paz de espíritu. Para él los ángulos rectos son la medida de un trabajo bien hecho. El arquitecto cartesiano ha entendido que la modernidad es desnudar y simplificar y a esa ascesis dedica todos sus esfuerzos. No es que no le interesen las curvas, los colores, las emociones, los espacios inesperados u otros materiales más allá de los nobles, es que decidió excluirlos de su campo de actuación por miedo a perderse sin asideros. Lo último que haría sería saltarse sus propias normas. Como en todos los fundamentalismos, sabe que en el límite está su fuerza. Y hace lo mismo con su vida. Viste siempre de negro para no meter nunca la pata. Pero en realidad, se encierra en ese uniforme para tener un problema menos. El asunto es más evitar las dudas que afrontarlas. Y lo mismo hace con sus edificios. Evita estridencias. También tentaciones. Naturalmente, cuando uno de estos arquitectos se lanza a inclinar un pilar el peligro de resultar tímido, inocente o cómico crece. De la misma manera que sobre un mantel blanco brilla más una mancha de vino que sobre un mantel estampado. Así, el arquitecto cartesiano se lo piensa mucho antes de lanzarse a caminar sin muletas. No basta abrocharse el cinturón de seguridad para conducir bien. Pero ellos viven dedicados al cumplimiento estricto de todas las normas. Con todo, hay cartesianos, como David Chipperfield, que de repente se sienten con ánimos de saltarse sus propias normas. El británico lo ha hecho en el museo Hepworth que ha concluido en Wakefield (Reino Unido). Y el resultado proporciona la triple alegría de haber intentado hacer algo, de haber sabido cuándo intentarlo y, finalmente, de haberlo logrado. Aunque el logro es subjetivo y ante esa duda, un cartesiano amante de certezas se pierda.

El arquitecto artista es otra cosa. No le interesan las certezas. Y no es que las ensaye, las fuerce o las planifique, simplemente es que no puede evitar la atracción de las dudas y la afinidad de las mezclas. Tal vez más guiado por las emociones o las impresiones que por los cálculos, el artista ve donde otros no perciben nada. Pero no es un mero observador. Sabe digerir las impresiones. Es la digestión lo que lo hace artista. Visitando edificios, como Pla observaba a los mirlos, uno llega a pensar que, incluso en arquitectura, la genialidad es algo genético. Sólo se refina la puntería. Pero no se puede obtener por muchas normas que uno se autoimponga. Alvar Aalto fue un artista. Arne Jacobsen, un sobresaliente cartesiano. Un tipo tan responsable que ensayó ser otro con el diseño, no con los edificios.

El arquitecto artista sabe rectificar. No es esclavo de un estilo, pero sí de su propia necesidad de dar rodeos, de no conformarse. Ese imperativo que le mueve a idear no forma parte de su voluntad. Está dentro de él. Tampoco lo puede evitar. No se apoya en muletas ni en estilos ni en lecciones aprendidas. Tiene la mente abierta. O completamente cerrada a lo que no sea hacer lo que considera que debe hacer. Pero no da explicaciones. No es una lección la que le ha llevado a ser como es. Son sus vísceras tanto como su cerebro, y la reacción de éstas ante todo lo que es capaz de asimilar. Así, el artista no busca teorías que expliquen sus ideas. Si acaso, las explica en simple, como si se las contara a su madre. Es en su madre en quien piensa cuando trabaja. En realidad, cuando idea un edificio lo que busca es averiguar algo. Ponerse a prueba. No se trata de demostrarse nada a sí mismo. Ni a nadie. Se trata de comprobar una intuición. En realidad, el artista tiene alma de científico. El cartesiano está más cerca de un notario. El primero adora partir de cero. El segundo vive cómodo entre los límites de una disciplina autoimpuesta. Llama orden a lo que podría ser rutina. Responsabilidad a lo que podría ser conservadurismo. Pero es un tipo realista y sabe que artistas hay muy pocos. Y ambiciosos (cegados por esa ambición) muchos más. Qué destino complicado tener que atreverse sin poder ser osado.

No hace falta ser ornitólogo para reparar en el comportamiento de los pájaros. También puede uno dedicarse a observar en un campo de futbol. En el pasado mundial Carles Puyol, tras cabecear el gol que haría pasar a España a la final ante la portería alemana explicó que, en la final, ante Holanda, él seguiría dándolo todo.
-“Siempre lo hago. No tengo el talento de alguno de mis compañeros. Lo mío es salir al campo y entregarme”.

Los cartesianos, cuando cumplen con sus propios objetivos de una manera severa e iluminada, pueden llegar a ser artistas. Mies van der Rohe es el cartesiano artista. El problema, como con los pájaros (imagino), se da cuando uno no sabe bien lo que es. Ni siquiera lo que quiere llegar a ser. Y sin saber ya quiere ser. El mirlo y el ruiseñor quizás sean pájaros que se complementan –continúa Pla-. En el mundo tiene que haber de todo, al parecer.


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Respuesta Arquitecta Silvia Safar:

Impecable. Solo que tanto los cartesianos como los artistas de los que Pla habla detentan una calidad de practica de este oficio que intimida el gesto automatico e irreflexivo de asumirse de uno u otro lado.-
Luego de saberse afuera, igual uno puede adueñarse de la clarisima clasificación para entender porque recorre algunos caminos, abandona otros, teme a estos,le es indiferente a aquellos, etc.etc.
Mi pregunta por estos tiempos es que mi cartesiana actitud no me da ni satisfacción ya.Y como artista se nace. ¿Que m. hago?
Silvia

PD:Para muestra te mando 2 botones. Descubri 1 diferencia y te sacas un premio
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Respuesta Arquitecto Diego Soreira:

Hola Miguel, gracias por compartir el texto de Anatxu Zabalbeascoa.
Es un texto interesante de una calidad literaria acorde al prestigio de la autora, una periodista y historiadora de arte reconocida. He leído otras notas y libros de ella de igual tenor. El texto es entretenido, y como todo historiador establece relaciones e hipótesis que tienen una mirada muy personal, como es la manera de actuar de los historiadores, según las palabras de Josep María Montaner en una charla que tuve la suerte de asistir, pero no por ello tiene que ser verídicas, son hipótesis.
El texto está lleno de metáforas, palabras bonitas y rebuscadas y otros artilugios, es un cuento maravilloso, pero solo eso; encerrado en si mismo. Porque si uno pretende hablar de arquitectura a partir de este texto entramos en un terreno un poco espinoso. No pretendo acá criticar el texto, que por el contrario me parece fantástico, pero si voy a opinar sobre el mensaje que pretende dar en el caso que lo queramos considerar relacionado con nuestra realidad. Y en ese sentido no creo que exista en nuestro trabajo diario semejante polaridad, por lo cual no puedo identificarme o sentirme aludido por las descripciones o etiquetas planteadas en el “cuento”, que intuyo que ni los maestros que allí nombra, adscribirían a tal categorización. Es un cuento extraordinario, de ficción el cual aparecen los clásicos estereotipos y hasta un afán tendencioso del mal contra el bien.
Yo siento y creo que si queremos hablar de arquitectura, tenemos que dejar de hablar del artista vs. el técnico; de la forma vs. la función; de lo inmaterial vs. lo material, etc.,.. dejar en paz el hedonismo de la creación y definir lo que es arquitectura y el rol del arquitecto hoy.
Ya a título personal, creo que el arquitecto dejo de ser solo un artista o un técnico. Un arquitecto para sobrevivir a en este mundo y resolver los problemas de la sociedad, que en su conjunto nos está reclamando que resolvamos, debemos transformarnos en un actor activo que posea los conocimientos necesarios, al menos no completos pero suficientes y la capacidad de manipularlos para generar equilibrios, ahí donde existen desequilibrios, sinergias donde a priori existen antagonismos y propiciar vínculos y reciprocidades*, no crear solo un espacio físico sino un espacio de conocimientos, de relaciones, que enriquezcan a la sociedad aun si no se materializan; como ser estrategias, lineamientos, mapas operativos, etc. Siento que la arquitectura hoy va mas allá de crear un espacio de protección, de darle una forma un color o una materialidad, creo que hay maneras más interesantes de hacer arquitectura, más alejadas del placer del artista por la forma o del técnico por el detalle.
Habría que hacer una arquitectura que esencialmente solucione los problemas de la ciudad y con la CIUDAD, con todo lo que ella significa, amigarse con la urbe y sus fuerzas casi siempre incontrolables. Hay que abandonar el papel de arquitecto todo poderoso poseedor de la verdad absoluta, tampoco hay que conformarse con ser el diseñador del mobiliario urbano; y tratar de convertirse en el servidor y hacedor de la ciudad, más que un ave, como dice el “cuento”, hay que ser un camaleón, para poder ponerse en el lugar de los otros y de las cosas para poder ver las situaciones lo más claramente posibles para poder encontrar las respuestas y solucione lo mas acertadas posible, en pos de mejorar la calidad de vida de la mayoría. Que me importan las etiquetas de “arquitecto artista” o “arquitecto cartesiano” si no puedo mejorar la vida de mis semejantes, con que me voy a quedar? con un cubo prístino o escultura maravillosa? De quien es el disfrute, para quien trabajo? Para mí mismo o para la ciudad?
Y esta es mi opinión, pido perdón por la redacción, no soy un escritor, ni un artista ni un técnico, solo un humilde arquitecto.
*En palabras de mi amigo Ariel Destefano
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Respuesta Arquitecto Mauricio Erausquin:


Que bueno está el contrapunto !!!


Son buenas exposiciones , válidas las dos . Pues si bien la primera ( Miguel) encuadra a los personajes dentro de la clasificación ornitológica , para un mejor "comprender" el encasillamiento arquitectónico , es interesante observar como se pueden ver dentro de un sistema metafórico el posicionamiento de unos y otros .- En cuanto a la segunda (Diego) , es realista y creo , mas acorde a la realidad que se vive . Tan cambiante , tan cruda a las apetencias de la globalización que podemos plantearnos si el que se quiere mantener es capaz de soportar la supervivencia a los embates de una sociedad enferma .- Las modas , los estilos la vanalización de la arquitectura tan difundidos en revistas que se compran en cualquier quiosco , inducen a pensar que lo importante es el compromiso que cada uno debe tener frente a su propia conciencia . Creo que cada uno se forma de acuerdo a objetivos que deben ir mas allá de de la mera subsistencia . No es una forma resignada de marcarse su destino , sino mas bien darse cuenta que es lo valioso de cada uno. Algunos comprenden éste significado a su debido momento,mientras se es joven otros quizás nos damos cuenta mas ó muy tarde . Esto significa empezar a recorrer un camino inverso al que se ha acostumbrado a seguir y muchas veces sin comprender .Es por eso que éste grupo tiene , para mí , oportunidades enormes de encontrar nuevas puertas que abran los ojos y el pensamiento a actitudes diferentes y capaces de gestionar alternativas diferentes a lo conocido , para no caer en el desánimo ni en la baja estima que lleva al desentendimiento de porqué estamos como estamos.- Para eso es necesario mantenerse despiertos a lo que cada uno es capaz de llegar . LLEGAR!!! Esa meta no existe , es una ilusión totalmente falsa . Es mas : no es importante . La vida sigue ,(mal que nos pese), adelante .No se termina aquí . Uno da lo que es capaz de dar y a lo mejor repartir un poco pero es sustancioso alegrarse , de que tenemos por delante un camino auspicioso que depende de cada uno .- Alguien dijo : " que destino complicado tener que atreverse sin poder ser osado".-
Acordarse siempre que no somos médicos que tienen " pacientes", sino arquitectos que tenemos "impacientes".-
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Respuesta Arquitecto Daniel Langoni:


Las etiquetas describen un contenido; un paquete de arroz, tiene una etiqueta alusiva y contiene eso y aparte es verdad, entonces, entramos en el campo de la existencia de las cosas. Cuando leo arquitecto mirlo o ruiseñor, la única verdad es que después de la existencia de la carrera como estudio, si la persona estudió y terminó la carrera es arquitecto mal que le pese a muchos. No porque alguien hace algo feo para la opinión de otro o por escribir de una manera muy hábil se puede decir livianamente, en mi humilde opinión, que no se hace arquitectura y te etiquetan con el nombre de un pajarito. Cuantas cosas feas hemos hecho y los clientes quedan felices porque era lo que deseaban y soñaban tener para desarrollar su vida.


Creo que los arquitectos debemos soñar en construir la ciudad desde su grano de arroz hasta el todo y su conección con la tierra de una manera tal que los habitantes puedan desarrollarse y vivir en concordia con los suyos, pero cada profesional lo hará con las herramientas que tenga. Sólo hay que pedir honestidad. Los grandes maestros que pueden ser mirlos y ruiseñores por capacidad innata, por estar tocados por esa varita que toca generalmente a pocos tienen la humildad o grandeza de no decir soy esto o aquello, siempre dicen soy honesto, con mi maximo esfuerzo hago lo que puedo, pasa que pueden de manera única. Veamos eso, dar lo máximo y dejemos de criticar mal a los otros.

.......y nuestra única arma es ser honestos con nuestro ser diario y si queda tiempo participar en algo, para no quedar en la opinión doméstica. Y como no acepto a esos tipos, no acepto a alguien que critica de una manera floreada y al parecer, desde el pedestal de la verdad. No quiero poner a Anatxu Zabalbeascoa en el mismo plano que gente que deteriora pueblos, pero..... a mí no me gusta y ojo con los teros.
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Nueva Respuesta Arquitecta Silvia Safar:
De ninguna manera entendí el texto como una definición del rol de la arquitectura y los arquitectos en relación a la ciudad/sociedad. Si no mas bien como una descripción metafórica de como o desde donde un arquitecto responde (casi por su estructura de pensamiento y hasta de personalidad), de casi traducir mecanismos internos( en la cabeza -o será en el alma?- del arquitecto) del proceso de formular su respuesta.

De cualquier manera, Diego introduce otro tema de interesante debate.

Y me produce importante inquietud, que siempre me han producido las elevadas ambiciones, como creer que la sociedad nos demanda como los capaces de resolver sus problemas. Ese es el rol de la política. (a ningún medico le pedimos que resuelva la emergencia sanitaria de los hospitales públicos).

Luego, cada uno desde su lugar, desde su hacer, desde las oportunidades que se le presentan actúa y produce arquitectura. Y su producir hablará por si de que piensa sobre que es la arquitectura y cual es el rol de la arquitectura, y también a veces, podrá hacerlo políticamente.

Creo que jamás la arquitectura podrá ser ni ha sido objeto artístico o escultórico ajeno a situaciones históricas político-sociales-ideológicas-tecnológicas. Hablar de arquitectura sin hablar de forma/material/color/presencia/ausencia/escala/re-etc., es como negar las herramientas.

Por último, valoro el objetivo último de ser un servidor y trabajar por mejorar la vida de nuestros semejantes. La pregunta es a quienes consideramos semejantes destinatarios de semejante deseo: al cliente de una casa de 250 m2 o al comedor comunitario del barrio de acá al lado. Uno esperamos que nos golpee la puerta, el otro estará esperando que le acerquemos un hueso.-
Che, que hacemos el sábado? Yo voy a ver jugar fútbol a mi nene.-

Ponernos por fuera, al intentar ponernos por sobre el resto sintiéndonos capaces de "resolver" , no hace mas que dejarnos afuera.

Finalmente, decir y hacer suele ser distinto.-

Mex Urtizberea hace algo como la pregunta ética en el programa que esta. Nos preguntaría: Si te llaman para hacer un barrio privado en Pergamino, que contestarías:

a) No, porque considero que los barrios privados son la anti-ciudad

b) Bueno, pero dejemos un retiro para hacer una plaza para el barrio de "afuera"

c) Por cuanto?

Que siga el debate