martes, 24 de noviembre de 2009

De texto...

Una manera de evolucionar es el pensamiento y la investigación, como un intento de atrapar la felicidad.
Las ideas de arquitectura están ligadas a la realidad de la investigación y el descubrimiento y se unen al mismo tiempo unívocamente a la sensibilidad de las formas, de los espacios y al buen uso asociado al confort y la calidad de vida, estas pautas son el comienzo de un camino abundante en sorpresas y búsquedas hacia la felicidad del habitar.
La ciudad se encuentra en una deriva modorrienta, navegando en la pasividad de un naufragio eterno, parecido a una maldición de Dioses. No existen decisiones logísticas, estratégias de crecimientos, ni paliativos de ningún tipo, es como un texto escrito en mil idiomas, con enormes faltas de ortografía, errores de caligrafía y de orden.
La ciudad es un texto acotado, del cual solo se escriben notas parciales, fragmentarias y sin permisos, modestas pero sin vuelo ni brillos y encima en esos párrafos que se escriben cruelmente, cotidianamente, no existe la palabra arquitectura.
Los escribientes somos rectores y árbitros en el universo de la palabra.
Los arquitectos somos rectores y árbitros en el universo de la arquitectura, pero no es esta la situación actual.
Los arquitectos no podemos, no queremos, no sabemos.
Y así el paisaje urbano, se desfleca, se inmoviliza en su desvalor, se convierte en un intersticio vacio en el corazón de la ciudad y todo se detiene, la arquitectura también.
O se hace paso la especulación, sembrando habitaculos sin escrupulos no aire, ni luz solo la renta impaclable del espacio indigno.
Entonces vivimos, en estado de crisis, alejados por el desprecio habitual a los espacios cotidianos, a nuestros recuerdos y vivencias y vemos como se herrumbran nuestros sueños detrás de una grasienta y sedentaria maquina burocrática. Entonces podemos intentar escribir:
• Proyectos urbanos para la transformación de zonas residuales de la ciudad.
• Promoción de las transformaciones urbanas a diferentes escalas.
• Gestión de cambios por medio de la comunicación, informática y el transporte.
• Investigación de nuevos modelos urbanos contemplando la situación en la ciudad contemporánea.
• Implementacion efectiva de las normas y procedimientos existentes que deberían regir el contexto urbano.
Y tal vez comenzamos a garabatear una pagina nueva en la historia de la ciudad.

3 comentarios:

  1. A riesgo de ser naif, Miguel, permitaseme decir que la realidad es una construcción propia. No hay signo que no sea interpretación de quien lo recibe, más allá de la intención del que lo emitió. La ciudad en la que vivimos es nuestra propia sociedad materializada. Ya lo dijeron los Smithson "La arquitectura es la materilización de la cultura". Miremos nuestra ciudad y nos vamos a ver a nosotros mismos como entidad social.

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  2. Agrego algo más Miguel, quizas para tratar de explicarme un poco mejor. Me parece que el espacio social es una “manifestación” de la acción colectiva. Es un “hecho urbano” pero a su vez es una manifestación de las voluntades colectivas. A traves de como se comporta una ciudad o un barrio con sus espacios comunes podemos entender que pretenden de la vida comunitaria, (hasta si pretenden o no una vida comunitaria). Un gran abrazo.

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  3. Seguramente,. fede, coincido que el resultado construido de un hacho urbano se conforma por la accion/inaccion de sus ciudadanos, pero creo que hay que hacer incapie en las maneras y formas del pensar como accion de cambio, el aqui y ahora tambien unen el pasdo y el presente de las cosas.

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